Había una vez un hombre que llevaba una vida tranquila, tenía mujer e hijos y un buen trabajo pero no era feliz... ya no le servía nada, ni siquiera la válvula de escape que encontró. Siempre quería más y más, y no se conformaba con lo que tenía, hasta que un día decidió enviarlo todo a "paseo" y emprendió una nueva vida...
Se divorció y pensó que el hecho de sentirse "libre", disponer de cierta holgura económica y ser una persona abierta y de carácter alegre le abriría un montón de puertas. Que saldría de fiesta y conocería mujeres y viviría como muchos hombres que están casados (yo diría que sin ganas de estarlo) les gustaría vivir. Así lo hizo durante unos meses, no muchos porque la edad no perdona (con veinte años puedes salir tres días y descansar uno, con cuarenta como mucho salir uno y descansar tres). Conocía los ambientes de noche y tenía "amigos" para salir de fiesta, pero también se dio cuenta de que eso tampoco le llenaba, esa tampoco era la vida que quería llevar...
Entonces empezó a hacerse preguntas, si no le gustaba lo primero y ahora lo que pensaba que le iba a gustar tampoco le gustaba, había alguna cosa que fallaba... Quizás el problema no estaba afuera sino dentro y decidió probar esta tercera vía, la de autoconocerse, decidió emprender un fascinante viaje... el viaje que nunca se acaba, el "viaje interior". Hasta entonces no había leído mucho y tampoco se había interesado mucho por los demás, pues era bastante egoísta. Como suele pasar en estos casos una casualidad fue el detonante de toda esta historia: un día entró en una librería a comprar algo que le hacía falta a su hijo para la escuela, mientras esperaba que le tocara su turno se dedicó a ojear algún libro (esos objetos que se colocan en las estantería para hacer bonito, pensaba antes) y le atrajo la atención uno: "El Poder del Ahora" de Eckhart Tolle. Se lo compró, lo leyó y poco a poco le empezó a picar la curiosidad y se compró otro, y otro, y así fue sustituyendo los "cubatas" por libros... Un libro puede costar lo mismo que un "cubata", pero el primero te puede librar (libro y librar tienen la misma raíz) de tus penas, mientras que el segundo las ahoga... además el libro lo puedes volver a leer, el "cubata" ya no te lo puedes volver a tomar.
Ese hombre entonces asistió a cursos de "crecimiento personal", a "terapias de grupo", estudió de los libros y también de las personas, y se interesó por otras religiones y filosofías de vida. Hasta que poco a poco se dio cuenta de que se estaba volviendo mucho más tolerante con los que pensaban diferente a él (antes "lo sabía todo", o al menos eso creía), de que se estaba volviendo más sencillo y algo más humilde, de que había tanto por saber y aprender que nunca podría acabar por "saberlo todo"... Aprendió de los sabios de antes y de los de ahora, aprendió de licenciados y de mujeres de la limpieza y quiere seguir aprendiendo pues cuanto más aprende se da cuenta de que todavía le queda mucho más por aprender. Aprendió también el significado de palabras completamente nuevas para él, como comprensión, compasión y compartir. También empezó a escribir porque en la escritura encontró la manera de sacar lo que siente y así poder dejar hueco para "cosas nuevas", que lo viejo ya no sirve... pero los mal llamados "viejos" sí! (ellos y los niños son ahora sus mejores maestros). Y aunque pasó por diversos altibajos, sabía que ya nunca volvería atrás, que ese viaje que inició el día que entró en aquella librería no tiene fin... bueno sí, cuando se muera...
Esta es la historia de un hombre de la calle, que por otra parte se da cuenta de que el hecho de haber aprendido muchas cosas de los libros y de las personas de carne y hueso, no le está librando de volver a caer en comportamientos que creía ya habían desaparecido en él. Ahora va a redoblar los esfuerzos para que eso no le vuelva a suceder, y es que ese hombre aunque para algunos pueda parecer que anda algo distraído, no lo está tanto como ellos creen, ese hombre sigue su camino y nada más, ese hombre quiere ser un "hombre libre" y no os quepa ninguna duda de que lo conseguirá...
josé maría
UNA HIENA EN EL TRANVÍA
Hace 19 horas