NO A TODAS LAS ARMAS

Por lo que parece todos estamos en contra de las armas y de las guerras, y a favor del desarme, la no violencia, el diálogo y la igualdad. Muy bien pues, empecemos por nosotros mismos:

A desarmarnos de nuestras propias armas: intolerancia, orgullo, egoísmo, avaricia, rencor, odio, mentira, etc.
A desterrar la violencia de nuestra vida (no sólo la física, hay violencia en nuestras palabras, en nuestros gestos y en nuestras actitudes).
A instaurar el diálogo en la resolución de conflictos con las personas que nos relacionamos, nuestras "guerras" personales.
A apostar por la igualdad, y no esperar a que lo hagan otros pero que no nos cambie nada a nosotros.

Esos son cambios que si podemos hacerlos nosotros, el cambio tiene que ir de abajo hacia arriba. Los de arriba se comportan como nosotros pero a otro nivel, actúan así para mantener su bienestar y el de sus votantes, o creéis que son tontos.

La demostración más clara de que todavía no hay una corriente mayoritaria que crea y esté a favor de un cambio real se produce cuando hay elecciones. Se sigue votando a los mismos partidos, los cuales defienden los mismos intereses. Yo, finalmente asqueado pensaba en no votar, pero creo que no votar es seguir el juego a los de siempre. Y si el "partido" ganador de las próximas elecciones fuera uno sorpresa? o, el voto en blanco. Os imagináis diez millones de votos en blanco? Nos manipulan o nos dejamos manipular?
Sinceramente, creo que el cambio real es posible pero depende de la voluntad individual de cada uno. Los auténticos cambios representan renuncias e incertidumbres, y a los humanos nos provocan miedo esas dos palabras...

Y a vosotros, ¿qué os parece?

PAZ Y AMOR para todos

1 comentario:

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Pues me parece que tienes más razón que un santo, y que firmo todo lo que has escrito, José Mª.

El cambio individual puede crear el global, al contrario... hay manipulación.

Un abrazo