Carta a mi amigo "el dolor":

Querido amigo, a veces en mis escritos suelo hacer referencia a tu figura y ahora te escribo esta carta para decirte que ya no me produces rechazo, ahora ni huyo ni me escondo de ti... He encontrado la manera de aliarme contigo y así hacer que de nuestro encuentro salga algo positivo para mi. Tú, al igual que "el miedo", sois dos visitantes astutos que no os gusta sentiros rechazados sino que os creéis fuertes y dueños de las situaciones en las que os presentáis, a veces incluso de por vida... Yo ya no me resisto a tu visita, te dejo pasar y te "escucho", luego te "comprendo", y por último te "acepto". Sí, acepto eso que me duele y es desde esa aceptación donde se puede revertir la situación y cambiar esa angustia por calma. Esta carta es cortita y es que tampoco quiero darte demasiadas explicaciones, simplemente quiero que sepas que ya no te tengo miedo, ahora eres mi aliado y no mi enemigo, ahora soy yo el que decide que hago contigo y no al revés como antes...

josé maría

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Bufff, valla, felicidades, creo que ya estais empezando a encontrar la libertad, o, mejor dicho, ya la habeis hayado. A veces pienso, se ha dicho que si ves a un 'vacuno' bravo y se quiere venir hacia ti y no tienes miedo el tal se huye. A veces pienso que en esto es lo mismo, solo lo que pienso no soy experto en el tema.
Y de verdad muchas felicidades.

Jaime.

TORO SALVAJE dijo...

La aceptación es un analgésico maravilloso.

Saludos.

F. J. Zamora dijo...

Te mando un fuerte abrazo amigo
Namaste

Ana dijo...

¿Qué te habrá pasado que has cambiado tan bruscamente en cuanto al dolor?

El dolor es un sentimiento y como cualquier otro sentimiento tienes que dominarlo tú y no que él te domine a tí.

Un saludo,

Rosa Sánchez dijo...

Sabia decisión, José Mª, no hay que dejar que los fantasmas del pasado (miedos, inseguridades, dudas, auto-limitaciones, auto-sabotajes, auto-castigos) se apoderen de nosotros, pues son ellos los que nos traen ese dolor del que hablas. Y es que a veces nosotros somos nuestros peores enemigos al caer en esos errores.
Tenemos principios, cualidades y virtudes de sobra para vencerlos, lo que pasa es que a veces estamos distraídos y nos dejamos llevar por ellos.
Desde ahora, no bajemos la guardia, digamos NO a todo eso que nos limita.
Un saludo.

roxana dijo...

ni los fantasmas del pasado ni los fantasmas internos que siempre nos acompañan!!!!!!!!!!!!!! LAS SOMBRAS SIEMPRE SON MAS GRANDES !! MUY BUENO LO TUYO!!!! BESITOS

Belkis dijo...

Recuerda José María la famosa frase de Buda: "El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional"
Te deseo que tengas paciencia para aceptar las cosas que no puedas cambiar, inteligencia para cambiar las que si puedas y sabiduría para ver la diferencia.
Besitos