Carta a "el pozo":

Querido amigo llevo unos días visitándote, y aunque las visitas son cada vez más cortas, ahora sé que no será la última visita que te haga. Ahora subo y bajo en un corto período de tiempo, muchas veces en un mismo día... Y es que creo que estas visitas forman parte de mi crecimiento, sé donde no quiero volver y quizás la mejor manera de "vacunarme" contra ello es hacer alguna visitita de vez en cuando. Esta carta es corta, muy corta y es que tengo pocas cosas que contarte, sólo tengo una cosa bien clara... cada vez que caigo, ya no es como antes que me encontraba perdido y sin saber como salir de ti. Ahora bajo con unas cuerdas y una linterna, ahora voy equipado, y sobre todo bajo con la seguridad de que tan sólo es una visita... la vida está rodeada de multitud de colores como para permanecer en la oscuridad de un triste "agujero", de un oscuro pozo... Quiero que sepas que no te guardo rencor, que formas parte de mi pasado y por tanto de mi vida, y que te acepto y te respeto, pero nada más...

Hasta la próxima...

1 comentario:

Leticia dijo...

Hola José María, desde hace un tiempo de sigo pero hasta ahora no he hecho ningún comentario(me da un poco de corte!) tu entrada de hoy me da mucha fuerza para ser consciente de las visitas al pozo que hacemos todos. son duras pero necesarias para seguir aprendiendo.A veces es más el miedo a entrar en el pozo que lo que hay realmente en él.un abrazo, te invito a que vengas a mi blog, eres bienvenido!