Cartas a la "tieta" Nieves:

Querida tieta, te voy a seguir escribiendo, ya que no puedo ir a la residencia (de ahora en adelante "la resi") a verte y a contarte mis cosas las escribiré para que las leas. A lo mejor algún día también las leen miles de personas, quien sabe, ¿verdad?. Ayer me volví a acostar después de que te escribiera la carta y me levanté cuando estaba saliendo el sol. Hacía un precioso amanecer y sin pensarlo dos veces me puse el chandal y me dirigí a caminar donde suelo ir, aunque ahora hacía unos cuantos días que no iba. Días atrás me quedaba en la cama vagueando o mirando motos o coches en el ordenador. Y sí, estabas allá, muy cerca de papá... esta vez te abracé fuerte, muy fuerte y te besé varias veces sin importarme ya que alguien me pudiera ver. Estabas allí, mitad en el aire mitad en la tierra, aferrándote a la vida como hacías en la resi. Os fui a visitar a todos; a ti, a papá, a mis dos hijos, a mis cuatro hermanos, a la abuela y a esos amigos que sé que estarán a mi lado para que me pueda agarrar a ellos cuando desfallezca o tropiece con alguna de las piedras que encontraré en mi camino.

Tieta, la salida del sol fue espectacular... un milagro que nos regala la vida a diario y que muchas veces no sabemos apreciar pues vamos con tantas prisas y a remolque de unos horarios que cumplir que no vemos más allá de lo que pasa a nuestro alrededor. ¿Sabes que se me ha borrado todo lo que había escrito?, vaya jugada... seguro que era porque no lo estaba haciendo bien. Pero ahora no me apetece seguir con ello... Mañana ya te contaré lo que me pasó ayer, te adelanto algo: ayer conseguí vender un sueño... pero eso será mañana que lo había escrito todo pero se me ha borrado y por hoy ya no tengo ganas de escribir más.

Besos,

chiqui