"Un trocito de cielo..."

Amor mío, ayer te dije que te regalaría un trozo de cielo, pues bien ahora mismo voy a por él... Me levantaré y como hago muchos días iré a pasear entre árboles y pájaros mientras observo la mar a lo lejos; sí, esa que lleva tu nombre... Entonces me despediré de la luna deseándole felices sueños y abrazaré al sol que saldrá como cada día desperezándose por el horizonte. Hablaré con ellos para que me den ese trocito de cielo que ayer prometí que te regalaría. Sabes que a veces los veo juntos, como si no quisieran separarse uno del otro... entonces pienso que estarían haciendo... amarse seguramente, engendrando así una nueva estrella que luego colocan en ese cielo infinito que es el universo. Sé que ellos me darán lo que les pida y yo recogeré con sumo cuidado ese trocito de cielo y lo envolveré en un velo transparente para que nadie lo vea, no vaya a ser que me lo quiten, y luego te lo daré a tí... para que lo guardes, así cuando te asalten esos momentos en que creas que no puedes, lo acaricies con esas manos de seda que tu tienes y puedas vivir un ratito en él como hacen los ángeles.

Cariño, tenemos la oportunidad de compartir nuestros sueños, pues tu sueño y el mío son el mismo sueño, aunque nosotros no lo sepamos ellos ya se han hablado y han decidido unirse en uno, ahora tan sólo hemos de dejarnos llevar, pues todo vendrá dado cuando sea el momento oportuno... Marina, no tengas miedo que nuestro sueño y ese trocito de cielo nos protegerán...

Ah!! y recuerda que josé maría te quiere como eres...

"Nunca se debe gatear cuando se tiene el impulso de volar." HELLEN KELLER (escritora y educadora).

9 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Que os vaya todo muy bien.

Saludos.

josé maría dijo...

Ya lo tengo!!
Cuando iba a salir de casa vi que estaba lloviendo y pensé "ya irás mañana"... Pero no, ahora tengo que hacer lo que digo y si digo que te iré a buscar un trocito de cielo, aunque nieve iré. La verdad es que no se veía nada a más de cincuenta metros, pero mis amigos los árboles me dijeron que ellos estaban allí para ayudarme. Me alzaron sobre sus copas y entonces esos pajarillos cantores, que también son mis amigos, me señalaron por donde debía cortar ese gigantesco algodón de azúcar que teníamos sobre nuestras cabezas. Utilizé el paragüas como serrucho y me llevé ese trocito de cielo que te prometí. Hoy, a la luna y a el sol no los ví, pero ya he hablado muchas veces con ellos y estoy seguro de que tenía su permiso.
Cariño, luego te lo llevo...

Mercedes Pión dijo...

Bello blog!! saludos :)

Alimontero dijo...

"Nunca se debe gatear cuando se tiene el impulso de volar."
Sincronía???
te contesté en mi blog....;-)
Ese trocito de cielo está en el corazón de ambos...;-)
Bello texto José maría...;-)
Te abrazo laaaaaaaaargo...

Ali

Patricia dijo...

Amigo, un texto cálido y envolvente...
un fuerte abrazo!

F. J. Zamora dijo...

Querido amigo, seguro que no te cuesta llevar un trozo de cielo, por que tu eres ese trozo de cielo aqui en la tierra.
Envenena y envenenate de amor,cubre su alma de caricias y vive , abraza el momento como tu sabes.
Namaste

Emma Núñez dijo...

Ohhh... qué hermoso Jose María!

Rosa Sánchez dijo...

Marina... precioso nombre.
Esta tierna y sincera declaración de amor: espectacular.
Me ha encantado. Mis mejores deseos de felicidad a ambos.
Saludos y buen fin de semana.

Belkis dijo...

Ahora si que lo confirmo. El amor ha llegado a tu vida. El alma sale de su escondite cuando llega el amor y no puede evitar gritarlo a los cuatro vientos. Así se siente mejor. Disfrutalo amigo. Besitos a los dos.