Carta al Sol y a la Luna

En agosto tuve el privilegio de sentiros cerca, muy cerca... casi de tocaros... Estuve con mis hijos una semana de vacaciones en la isla de El Hierro, las más pequeña y menos poblada de las islas Canarias, declarada reserva de la biosfera, un lugar donde se respeta la naturaleza. En un entorno natural incomparable, vi algo que es lo más hermoso, lo más mágico que he visto en mis cuarenta y seis años de vida...

Tras varios días de hablar con la luna antes de acostarme, llegó el día en que se escondió. Yo estaba emperrado en ver las estrellas, y sí, se veían pero yo quería ver más... Una noche sin luna, subimos a un mirador que está a unos mil doscientos metros sobre el nivel del mar y allá arriba había un manto de estrellas que iluminaban todo el firmanento... una junto a otra... no tengo palabras para explicarlo, sólo sé que desde ese día cada noche salgo a mirar las estrellas, pero aquí en esta gran ciudad donde resido se ven muy poquitas... hay muchas luces de colores, pero no hay la magia de una noche estrellada...

Ver salir el sol y recibir su energía, hablar con la luna y jugar con las estrellas, has sido sin ninguna duda las mejores vacaciones de mi vida... sin aglomeraciones, sin bullicio, sin prisas, bañándonos en un mar azul de verdad, rodeados de peces de colores, paseando entre bosques de pinos gigantes, una visita al paraíso, un sueño hecho realidad...

Querida Luna y querido Sol, fui en busca de algo que ni yo mismo sabía, ahora ya sé lo que es... A partir de ahora me considero vuestro hijo, sí, hijo de la Luna y el Sol... y es que sin vosotros no podríamos vivir... Gracias por TODO...

PAZ Y AMOR para todos, sobre todo para ELLOS...

13 comentarios:

la inkilin@ dijo...

Me alegro muchísimo

No dejes de mirar la luna

Un café??

J. Alberto Faccio Vedani dijo...

Muy bella tu reflexión José María; me alegro muchísimo por ti y tus hijos que hayas podido apreciar la naturaleza y el cosmos en su estado puro. En definitiva lo que te paso es que has vibrado con la esencia del Ser. Somos nada mas ni nada menos que polvo cósmico.

Excelente carta amigo.

Un abrazo cósmico.

Juan

F. J. Zamora dijo...

Un fuerte abrazo amigo mio, hijo del sol y de la luna , hermano del mundo, siempre es extraordinario estar en contacto con la mejestuosidad de la naturalez, no tenemos que fingir , somos nosotros mismo por que nada nos juzga, solo somos, y solo asi entramos en contacto con lo divino, el Ser.
A mi me hicieron miestras el mundo miraba a la luna y ala tele , mientras el hombre pisaba la luna, mis padres se olvidaron del mundo se amron y me hicieron,por eso tengo algo de lunatico

namaste

Alimontero dijo...

Hoooooooola mi querido José María... que lindo tu testimonio ;-) que alegría volver a leerte...no sabes cómo te iba sintiendo a medida que te leía...
La naturaleza tiene lo suyo, sabes? cuando llega a ella, siempre dispuesta para todos nosotros, se abre y cobija amorosamente, y se muestra majestuosa como ES y te recuerda lo bello que eres y a todo lo que tenemos derecho por tan solo el hecho de estar aquí ;-)
Una vez mas has recibido una bendición de la vida... aprovecha y sigue dando testimonio.
Has estado en contacto pleno con tu corazón y mente sangrada...

Te abrazo emocionada y feliz!!!

Ali

Anónimo dijo...

Nos alegramos mucho de ese contacto tan hermoso, nos das envidia sana.
Hermano Sol, hermana Luna...
El padre, La Madre...
La voluntad, La Receptividad...
Todo está entrelazado y divinamente unido.
Mantengamonos en calma y el universo se abrirá ante nosotros de par en par!
Una abraçada, estem molt contents de veure't per aquí una altre vegada.

joman dijo...

Querido amigo: Me alegro enormemente que hayas disfrutado tanto. Estamos aquí de nuevo. Te mando un fuerte abrazo: Joman.

LOLI dijo...

Que envidia sana!!
Me alegro por ti y por tus niños que lo disfrutarais tanto.
A ver si me mandas alguna fotito,vale?
Tkm.
Un gran besazo

J. Marcos B. dijo...

Querido amigo, me alegra mucho sentir renovado y en paz. Muy bonito relato a la luna y el sol, me gusto la paz que se siente en el y ver que tus hijos te acompañaron para darse cuenta poco a poco que somos Uno.

Un gran abrazo zen y Namasté hermano de la luz del sol y de la luna.

Rosa Sánchez dijo...

Precioso relato, José Mª. ¡Cuántas cosas en las que no habíamos reparado con detenimiento antes siguen estando ahí esperando a que abramos los ojos y las descubramos en todo su esplendor!
Que sigamos percibiendo con el corazón.
Namasté.
Me alegro mucho que te gustara la novela. =)

Emma Núñez dijo...

Hola José María, no hay nada más estimulante que reencontrarse con uno mismo a través de la naturaleza.
Un gran abrazo querido vecino ;)

Belkis dijo...

Me alegra que hayas disfrutado de esas maravillosas vacaciones en compañía de tus hijos. No hay como el contacto con la naturaleza, la tranquilidad y la paz de que nos rodeamos en esos días de asueto son un importante alimento para el espíritu. Un cariñoso saludo

LOLI dijo...

Jose Mariaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!Vuelveeeeeeeee!!!

Anónimo dijo...

Microchip-666.