Carta a un "israelí":

Querido amigo, el pasado sábado te paraste al lado de mi moto para preguntarme donde se escontraba el "Parque Güell" y como no era muy fácil de indicártelo y tampoco me suponía tener que desviarme mucho de mi trayecto te dije que me siguieras. Mientras parábamos en los semáforos íbamos hablando, lo primero que te pregunté era tu lugar de procedencia y tu me dijiste que eras israelí. Entonces te comenté que vaya problemón tenías con los palestinos, que porque no hacías las paces y tú me dijiste que ningún hombre quiere la guerra. Quizás sea cierto, pero por lo que veo entre vosotros y los palestinos son muy pocos los que están dispuestos a renunciar a una tierra que creen suya para compartirla con el otro. Preferíis sentiros vencedores y poseedores de vuestra verdad, eso os hace sentiros fuertes y seguros exteriormente, cuando en el fondo sois todo lo contrario...

El mundo está en una guerra constante, la palabra guerra está por doquier... Hay guerra en las películas y en los juegos, hay guerra en los programas de televisión y en la radio, donde en las llamadas tertulias se dedican a despotricarse unos a otros o lo que es peor a personas que no están presentes. También la hay entre el gobierno y la oposición, entre los empresarios y los sindicatos, en el mismo deporte no paran de utilizar imágenes y términos bélicos, en las colas de los supermercados, entre compañeros, entre hermanos... en nuestros propios corazones.

Querido amigo israelí, vengo de andar, de buscar la PAZ conmigo mismo para que el transcurso del día no tenga que guerrear con nadie. Cuando nos despedimos te pregunté que si yo fuera palestino me darías la mano y me dijiste: claro! Nos despedimos, yo con un adiós y tú con un shalom. Cada vez tengo más claro que lo que separa verdaderamente a los hombres es la lucha interna que cada uno tiene...

josé maría

PD: con esta carta me tomo unos días de descanso con el tema "blogs", lo necesito... además una buena amiga, a la que le debo un paseo por la playa o por la montaña (sólo tienes que pedírmelo cuando tu quieras), me ha hecho ver que esa necesidad que tengo de volcarme hacia los demás viene dada por el miedo que yo tengo de conocerme y de darle un sentido a mi vida, además de para sentime aceptado. Querida amiga del alma, lo único que yo busco es la "paz interior" y aunque me han dicho que eso muy difícil conseguirlo aquí, que lo más fácil es buscarla retirándose a meditar o a llevar una vida contemplativa (cosa que antes criticaba pero ahora ya no), de momento y aunque me cueste mucho voy a seguir intentándolo. Seguiré ayudando a quien pueda porque he descubierto que esa es la mejor manera que encuentro para darle un sentido a mi vida, pues cuando hago algo persiguiendo únicamente un interés egoista no me siento igual de bien. Anteayer salí a comprame dos pantalones y una camisa, podía pasar sin ellos pero hacía mucho que no me compraba nada de ropa, y ahora ya me los he puesto y veo que sigo siendo el mismo... osea que no me hace falta llevar ropa nueva para sentirme bien. Lo dejo una temporada porque francamente cuando vuelvo a leerme a veces no me reconozco... tengo que trabajar más sobre mi. En una charla sobre crecimiento personal, alguien le preguntó a la persona que daba la charla que cuál era la mejor manera de ayudar a otros a encontrar su camino, él dijo que la mejor manera es trabajando en una gran parte sobre uno mismo y en una pequeña parte sobre la persona que precisa la ayuda.

Hasta pronto!!

6 comentarios:

Concha Barbero de Dompablo dijo...

"Cada vez tengo más claro que lo que separa verdaderamente a los hombres es la lucha interna que cada uno tiene...".

Qué buena frase. Esa sí tendría que repetirse en los telediarios y en cualquier parte, aunque al principio sólo la entendiéramos los que la tenemos interiorizada... con el tiempo, iría calando.Te la tomo prestada para mi Twitter, si no te importa.

Que descanses, José María, y sigas acercándote a lo que de verdad eres.

Un abrazo

josé maría dijo...

Concha, puedes tomar lo que quieras de aquí, lo único que hay es una serie de palabras, casi siempre de otros, que yo me he dedicado a escribir, cuando no a copiar. No me pertenecen, al igual que que a nadie le pertenece el significado de la palabras...
Hasta ahora he hecho un trabajo interno que ha dado sus frutos externamente y es "visible", los demás lo ven... pero no ha sido suficiente para conseguir ese cambio interno que es el que me queda realmente quiero conseguir. Ese cambio interno no será tan visible, pero será el que me llevará a lo que realmente soy. Es duro, porque tendré que trabajar en el mundo de mis pensamientos, domesticando unos, diluyendo otros o simplemente haciendo desaparecer los que no tan sólo no me aportan nada sino que me perjudican. Ahora es el momento de dar este paso, uno más en la búsqueda de mi identidad, pues no conseguiré saber quien soy realmente hasta que mi conciencia y mi pensamiento sean uno, quiero saber que se siente cuando ambos confluyen en uno sólo... Quizás lo escriba, pero tengo que hacerlo sin "interferencias" de ningún tipo, tan sólo lo que salga de mi, y ahora todo esto me "distrae" demasiado.

Otro abrazo para ti

Anónimo dijo...

El cambio interno no se ve, es un proceso, un aprendizaje durante la vida, has cambiado mucho y seguirás cambiando todavía más. Ya has emprendido el camino... sigue avanzando, sin miedo, sin temor, llegarás, seguro...
No creo que haya un "click" mágico que nos cambie de repente. Pero sí hay una toma de conciencia y una armonía entre lo que hacemos y lo que pensamos y sentimos. Unamuno decia: "Hacer lo que sentimos y sentir lo que hacemos" creo que esa es la esencia de una vida coherente en equilibrio con nuestro yo y sin contradicciones internas... Y ahí es dónde encontramos la paz y la energía para vivir cada dia... todos los días.

Un fuerte abrazo.

josé maría dijo...

Gracias anónimo, tú sí que has podido ver ese cambio, es más... diría que hemos seguido procesos parecidos. Saber que tengo tu apoyo y que estarás a mi lado siempre es algo que no tiene valor para mi. Igual que tú hay tres personas más, siempre nos hemos apoyado y seguiremos haciéndolo... simplemente porque nos queremos, esa es la mejor herencia que nos pudieron dejar nuestros queridos padres.

Otro abrazo grande y fuerte para ti

Belkis dijo...

Pues si José María, la más encarnizada lucha la solemos tener con nosotros mismos. Cuando encontramos la paz y el sosiego interior somos más tolerantes con los demás y mejor aún aprendemos a aceptar todo y a todos los que nos rodean.
Tómate tu merecido descanso. Te esperamos con ansias.
Vuelve pronto.
Un abrazo

josé maría dijo...

Belkis, en esa lucha hay una palabra que juega un papel importante, esa palabra es "el deseo". Liberarse de los deseos es fundamental para conseguir esa "paz interior". Mi descanso tiene que ver con liberarme de esos deseos que tengo de sentirme aceptado aquí también, los cuales están interfiriendo en lo que sale de mi. Ahora seguiré escribiendo libre de esos deseos, pero sabiendo que algún día lo que salga de mi revertirá en los demás. Mi amiga en un principio consiguió con sus palabras hacerme dudar, pero intentando interiorizarlas es cuando me di cuenta de que lo que tenía que cambiar no era el objetivo que me he propuesto sino la manera de llegar a él... Me ha hecho un gran favor, que espero poder devolvérselo algún día...

Un abrazo para ti también