Carta a un caracol:

Querido caracol que ayer te cruzastes en mi paseo matutino, ya sabes que mientras ando y observo como sale el sol procuro estar atento al camino, a lo que me encuentro en él. Ayer estuve a punto de pisarte pero no lo hice, mis pies se pararon un palmo antes de donde tu estabas, entonces me agaché y vi que estabas vivo. Y aunque a esa hora no suele pasar mucha gente, no quería que otra persona de las que van a caminar, o a hacer footing o algún ciclista te pudiera pisar sin darse cuenta. Te cogí con delicadeza y te dejé en un ladito del camino junto a una plantas, apartándote así del peligro en el que estabas.

También muchas veces veo formando una inmensa hilera a tus parientes las hormigas, tampoco las piso y aunque no hago nada por ellas, pues es mucho más complicado apartarlas a todas, las observo y les deseo mucha suerte. Tenemos tanto que aprender de ellas, como de ti... las hormigas son laboriosas, fuertes y trabajan para la comunidad manteniendo un orden y una muy buena organización en todo lo que hacen.

Otras veces veo que hay alguna piedra de considerable tamaño o una rama seca que debe haberse caído de algún árbol, están en medio del camino y las aparto. Pienso en que alguien podría tropezar con ellas y hacerse daño, sobre todo esos ciclistas que van tan rápido y que si cayeran podrían lastimarse seriamente.

Querido caracol, hoy no he subido a caminar, los domingos suele ir mucha gente, además me apetecía estar en la cama un ratito más mientras le estaba dando vueltas a esta carta que te acabo de escribir. No te lo he dicho, pero eras precioso y ¿sabes una cosa?; el permanecer atento mientras paseo me está ayudando mucho en mi caminar por ese otro camino invisible que es la vida. Antes me decían que iba siempre distraido y tenían razón, mientras que ahora se me escapan muy pocas cosas de lo que acontece a mi alrededor, al mío y al de otros. Ahora si puedo apartar alguna "piedrecita" del camino de alguien lo hago, muchas veces sin que se den cuenta, aunque sé que es algo que tengo que hacer con sumo cuidado, no vaya a ser que alguien se de cercione de ello y encima se enfade, coga la piedra y me la lance a mi, como ya me ha pasado alguna vez. Pero tengo que decirte que cada vez soy más ágil y las esquivo mejor, je, je... seguiré haciendo lo que crea en conciencia que debo hacer y no dejaré de actuar por miedo a equivocarme o al dichoso "qué dirán...". Lo que sí tengo muy claro es que no voy a poner piedras en el camino de nadie, y si alguien tuviera la intención de ponerlas en el mío, que sepa que estoy muy atento, pero que sepa también que no soy rencoroso ni pago con la misma moneda. Soy mucho más fuerte de lo que antes creía ser, pero no soy tan fuerte como otros creen. Suerte que te tengo a ti que me hiciste reflexionar sobre todo esto y me ayudas así a escribirlo. Fortalezeré mi coraza y cuando salga de ella sacaré mis antenas para poder así seguir observando todo lo que acontece a mi alrededor, y cuando vea peligro me protegeré en ella, como haces tú. Querido caracol, tú y yo somos UNO y ayer aprendí mucho de ti...

josé maría

5 comentarios:

Rosa Sánchez dijo...

José Mª: valorando las cosas "pequeñas" se disfruta más de la vida, somos más conscientes de lo afortunados que somos. Me ha gustado tu reflexión sobre considerarnos UNO con todo lo que nos rodea y el no estar dispuesto a aplicar nunca el "ojo por ojo". Sabias palabras, sin duda.
Un abrazo.

Carme G. dijo...

Una bonita y sabia reflexión.........ir por la vida con las antenas puestas y actuar en consecuencia es lo que yo llamo vivir con consciencia y con conciencia..........
Un abrazo.....compartiendo camino...........

Carmen
T

Patri dijo...

Jose Maria, que pases felices fiestas y prospero año 2011..

Un abrazo muy fuerte

Patri dijo...

GRACIAS POR TODO..

OTRO ABRAZO..

LOLI dijo...

FELIZ NAVIDAD AMIGO,GRACIAS POR RESCATAR LA MAGIA DE LA NAVIDAD A MI FAMILIA.

MILLONES DE BESAZOS ♥♥♥