Carta a una amiga:

Querida amiga, esta carta es sólo para ti y sólo tú decidirás si la podrán leer otros o no. Nos conocemos desde hace años, primero fuimos vecinos y luego nuestros hijos iban al mismo colegio. Aparte de saludos de cortesía y algún que otro comentario informal nos hemos relacionado muy poco. De golpe, hace unos meses apareciste un día caminando por dónde yo lo suelo hacer muchas mañanas, y otro día volviste a aparecer cuando según tú pensabas en mi, me recuerdas mucho a mi mismo hace un tiempo, te has separado de tu anterior pareja y tu vida está dando un giro de ciento ochenta grados. Nos hemos seguido viendo o hablando por teléfono... ahora mismo no sé que decirte y es que a veces me quedo sin palabras... entonces tengo que dejar que mis manos escriban solas y digan lo que no me atrevo o no soy capaz de escribir....

Yo sólo sé que eres una mujer guapa, y como te dije el otro día me está pasando algo muy raro contigo. Primero te dije que eras como una hermana y te expliqué cosas que nadie sabe de mi vida, eres como mi otro yo, mi lado femenino en mujer... Nunca te he mirado como solía hacerlo con anterioridad a otras mujeres que me resultaban atractivas. Pero el pasado sábado intenté hacerlo, vestías una falda e intenté adivinar como eran tus piernas, tu figura de mujer, tus pechos... Lo hice con delicadeza y es que hasta en mis sueños te respeto, allí dónde sólo yo sabe lo que pasa he decidido respetarte, ni siquiera en ellos he osado desnudarte y mucho menos tocarte... ni yo mismo me reconozco...

Me dijiste que te sientes cómoda y tranquila a mi lado y yo te dije que eso es un reflejo de lo que hay en ti... Querida amiga yo sólo quiero ver como sigues creciendo, y es que soy feliz así, ayudando a crecer a las personas que quiero y aprecio. Te veo segura de lo que quieres, creo que incluso mucho más que yo, y no quiero perder esa relación tan especial que tenemos. Como te dije el otro día me he pasado la vida buscando una mujer, la mujer de mi vida... y aunque me quiera engañar a mi mismo sé que lo sigo haciendo. Pero ahora vas y apareces tú, sin yo buscarlo ni provocarlo, y nos ponemos a hablar de cualquier cosa y es como si nos conociéramos de toda la vida... Ahora ya sé que no tengo que buscar a la mujer de mi vida, porque esa mujer no existe... yo mismo soy hombre y mujer a la vez y esa mujer ya está en mi, sólo me quedaba hacer las paces con ella...

Tu podrías ser mi amante, mi amiga, mi compañera... una sóla cosa o las tres a la vez, tenemos muchas cosas en común y sobre todo unas ganas enormes de seguir aprendiendo, de vivir la vida a cada instante en su máxima plenitud, de ser un buen ejemplo para nuestros hijos. Pero ahora yo ya no soy egoísta y veo que necesitas seguir experimentando, sentirte libre y volar alto, muy alto... Como te escribí ayer en un mensaje: "ahora que no necesito a nadie para ser feliz es cuando podré serlo junto a alguien, ahora que me amo es cuando podré amar de verdad, ahora que soy libre es cuando podré respetar la libertad de quién esté a mi lado. Mañana tendrás tu carta..." Aquí la tienes, me gustaría que esta carta pasara a formar parte de ese libro que sé tengo que escribir...

Querida amiga, la VIDA decidió que nuestros caminos se cruzaran y es ELLA quién decidirá que rumbo tomarán nuestras vidas, que la suerte y la salud nos acompañen...

josé maría

PD: "Pensar sólo en los seres humanos es un poco limitado. El hecho de considerar que todos los seres sensibles del universo han sido en alguna ocasión nuestra madre, abre un espacio de compasión." EL DALAI LAMA

Clara, gracias por autorizarme a publicar tu carta.

No hay comentarios: