Mis deberes para vivir en PAZ:

No alterar, sino CALMAR...
No amargar, sino ENDULZAR...
No guardar, sino COMPARTIR...
No correr, sino ANDAR...
No luchar, sino BUSCAR...
No pedir, sino DAR...
No esperar, sino IR...
No coger, sino SOLTAR...
No desear, sino SENTIR...
No arrastrarse, sino VOLAR...
No odiar, sino AMAR...
No ignorar, sino SABER...
No gritar, sino SUSURRAR...
No criticar, sino ALABAR...
No imponer, sino PERMITIR...
No ocultar, sino MOSTRAR...
No abandonar, sino PERSEVERAR...
No suponer, sino EXPERIMENTAR...
No lastimar, sino CURAR...
No estropear, sino ARREGLAR...
No retenerse, sino FLUIR...
No oscurecer, sino ILUMINAR...
No juzgar, sino COMPRENDER...
No aparentar, sino SER...
No existir, sino VIVIR...

Estos son los deberes que me he puesto yo mismo; en algunos saco buena nota, en otros un aprobado justito y en los que restan me queda todavía mucho por aprender. Tengo tiempo y ganas de estudiar, y es que no quiero irme de aquí sin sacar en cada asignatura la mejor puntuación posible... El curso es largo, lo que me resta de vida, y mi maestro interior dice que me ayudará y será benevolente conmigo. Pero sé que debo esforzarme lo máximo que pueda, pues ya llevo una buena preparación. Y no soy demasiado exigente conmigo mismo, como otros me dicen alguna vez, es tan simple como que me gusta esta carrera (no tengo otros estudios) y quiero seguir estudiando. Ya cuando me matriculé sabía que no iba a ser nada fácil, pero la dificultad es un aliciente más para proseguir por este camino de aprendizaje que decidí tomar en su día. Y es que pudiendo obtener un notable, no me conformo con un simple aprobado, ya que el día menos pensado llegará el examen final y ahí si que no puedo fallar...

josé maría

PD: hace tiempo que me di cuenta de que cada experiencia vivida es una lección, y cada lección una hoja del libro de mi vida. Ahora mismo deleito mi alma con una mezcla de sonidos que la naturaleza me está regalando, el del llanto de las nubes con el cantar de los pájaros. Una vez más quise viajar en el tren de los sueños, pero o llego demasiado tarde o demasiado pronto... Cuando creo que ya tengo el billete para subir en él y ya estoy en el andén esperando su llegada, por la megafonía dan el aviso de que ese tren no va a parar en mi estación. Y me quedo ahí de pié unos instantes, acompañado de esa pequeña maleta que el día anterior preparé con suma ilusión, procurando coger tan sólo lo imprescindible... Y es que ya no quiero llevar muchas cosas, prefiero llevar conmigo unas ganas inmensas de descubrir nuevos mundos, pues ese tipo de equipaje no pesa y lo puedes ir dejando allá por dónde pasas. Mientras veo como el tren pasa de largo, pienso en que quizás me confundí al mirar los horarios o en que ese no era mi tren... O simplemente en que no existe ningún tren en el que viajen los sueños, sino tan sólo personas como tú y como yo... Otra vez volveré a casa después de permanecer cerca de las vías unos momentos que pueden ser minutos, horas o días. Y volveré a escribir lo que me pasó, porque ya no quiero que nada que me pueda turbar quede en mí, lo saco y punto seguido. Y volveré a sonreír, de hecho ya lo estoy haciendo mientras escribo esto, y volveré a caminar mientras abrazo a mis amigos los árboles y observo la VIDA que me rodea. Y también volveré a decirme que me quiero tal cual soy, que mi sueño ya lo estoy viviendo, puesto que sé que ya viajo por los pequeños mundos de las personas que se muestran tal como son...

No hay comentarios: