LA MUERTE

Mi experiencia con la muerte es pequeña, pues hasta que no presencie la mía no sabré que es lo que encierra esta misteriosa palabra. Es pequeña pero fue intensa en dos momentos de vida: la muerte de mis padres.

La muerte de mi madre, este marzo hará ya diez años, representó para mí el momento de máximo dolor en mi vida. Mi alma se desgarró hasta sentir que algo se rompía por dentro, ella estaba enferma de cáncer y sus últimos días los pasó en coma, en su casa y rodeada de sus seres queridos; y aunque todos deseábamos el fin de ese sufrimiento cuando llega el momento se desata toda la tensión acumulada.
La muerte de mi padre, este mayo hará cuatro años, fue otro duro golpe. Padecía el Parkinson y dado su delicado estado no superó un postoperatorio. Esta vez no se me desgarró el alma sino que me sentí huérfano del todo, ya sin padre ni madre me ví en el primer banco de la muerte (no queda ya nadie delante mío, pensé) y eso me hizo ver la vida de otra manera.
Pero hay una imagen que se quedó grabada en la memoria de mi alma. He tenido la suerte, y digo suerte porque les acompañé hasta la última bocanada de aire que respiraron, de presenciar ese momento y lo único que puedo deciros es que me quedé impresionado del pequeño paso que hay de la vida a la muerte. Tan pequeño, tan simple como el dejar de respirar, sus débiles y cansados cuerpos no tuvieron fuerza para seguir respirando y cuando lo dejaron de hacer sentí que una aureola de paz se posaba a su alrededor. Para ellos, la muerte fue algo bueno, fue la liberación de su sufrimiento.

Poco a poco la idea de mi muerte como algo que un día u otro tendré que afrontar, está cambiando a como la veía con anterioridad. La muerte nos acompaña desde el día en que nacemos y todas las triquiñuelas que utilizemos para esquivarla de nada servirán. Cuanto más consciente soy de mi mismo, de que todo emana de mi, veo a la muerte como una aliada. No sé lo que puede haber despues de esta vida, pero una cosa tengo cada vez más clara: tengo que encontar la PAZ aquí y ahora, y si es posible ayudar a otros a encontarla. Cada momento de paz es infinito y cada momento de dolor encierra una semilla de crecimiento que no debemos desaprovechar. Ya que tenemos la certeza de que vamos a morir, vivamos para que cuando se nos presente este momento lo afrontemos sin miedo y en paz... en paz con nosotros mismos, con nuestra conciencia y con todo lo que nos rodea... y sin miedo a rendirnos cuentas.

¿qué os dice a vosotros el tema de la muerte? y ¿os dá reparo hablar de ella?

PAZ Y AMOR para todos...

15 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

ahora te dejo mis besos y amor dentro de un ratito vengo a leer.
je

F. J. Zamora dijo...

yo tambien acompañe a mi padre en sus ultimos momentos pero yo no lo afronte tan bien seria por mi edad que no lo comprendia, y me pelee con dios, A partir de ese momento empece a buscar el sentido de la vida y poco poco con ayuda del yoga aprendi a templar mi alma y llegue a la conclusio que todos tenemos un proposito en el vida que s vivir en paz y armonia y que hay vida despues de la vida que somos energia y amor.
un abrazo amigo maestro y gracias por darnos sabiduria.
paz y amor para ti
shanti sshanti shanti

josé maría dijo...

Carmen, me conformo con tus besos y tu amor...

Zamora, una vez por semana me acerco a un geriátrico donde está una tía abuela mía y veo la muerte tan de cerca... una muerte que espera paciente y unas vidas que se apagan sabiendo que ella está a la espera. Soy testigo de imágenes nada agradables, pero unas simples palabras de afecto o un coger una mano es un regalo inmenso para ellos. A pesar de todo, es un final ya anunciado, es ley de vida.
Lo que me destroza el alma son las imágenes de esos niños famélicos y moribundos, con la muerte rondándoles ya de bien pequeños. Odio esa muerte que no tiene piedad con ellos y me odio a mí mismo por consentir que eso pase, por ser cómplice, por pertenecer a este llamado "primer mundo". Lo siento, pero tengo que sacarlo de vez en cuando...

PAZ Y AMOR para ti, para todos...

LOLI dijo...

Jose Maria que triste es perder a los padres se hechan tanto de menos!yo no me pude despedir de ninguno de los dos,cuando murio mi padre yo era pequeña y no me dejaron estar con el,murio de cancer y mi madre decidio irse por su cuenta sin despedirse ni unas palabras escritas hace 13 años.
En fin sólo decirte que cada año que pasa los hecho cada vez más de menos.
También me hace sentirme cómplice de pertenecer a este primer mundo pues es horrible ver a esos pequeños y no tan pequeños pasar tantas calamidades.PAZ Y AMOR TAMBIEN PARA TI

mia dijo...

Hola

Todos nos basamos en las experiencias

más cercanas a la muerte...

Yo vi morir a mi padre con cinco años,

a mi madre con 17,y como tú dices

es algo muy fuerte que nunca queremos

que llegue,la pérdida física de quienes queremos

duele mucho y nunca es buen momento....

Tampoco me gustaría dejar la vida que tanto quiero

pero tengo consciencia que en cualquier momento

todo se puede acabar,esa línea entre la vida

y la muerte,es tan fina!

Nuestra cultura no nos prepara para la muerte,

y creo que se desea ante el dolor insoportable.

Es verdad que la gente creyente,se prepara

para otra vida,pero si eres agnóstico,puedes

ser lo mejor posible con el prójimo para que,

si te llega la hora,irte en paz contigo mismo,

sea una ínfima consolación al dejar este mundo.

Creo que lo9s que se han ido no están muertos

hasta que dejamos de hablar de ellos,avivando el recuerdo...

La muerte sigue siendo ese misterio que el hombre

no ha podido resolver.

Un abrazo

Alimontero dijo...

"Por supuesto que sabes que vas a morir, pero eso no es más que un concepto mental hasta que te topes por primera vez con la muerte «en persona»: por medio de una enfermedad grave, de un accidente que te ocurre o le sucede a alguien cercano a ti o por el deceso de un ser querido, la muerte entra en tu vida haciendo que te des cuenta de tu propia mortalidad.
La mayoría de las personas se alejan atemorizadas de la muerte; pero si no te acobardas y afrontas el hecho de que tu cuerpo es pasajero y podría desvanecerse en cualquier momento, se produce cierta desidentificación, por pequeña que sea, de tu forma física y psicológica, del «yo». Cuando ves y aceptas la naturaleza impermanente de todas las formas de vida, te sobreviene una extraña sensación de paz."

E. Tolle

Ali

J. Marcos B. dijo...

La muerte es parte de la vida y como dijo A. Gala:

Ya que no podemos hacer la vida mas larga, hagamosla mas ancha...

Mas ancha, recordando que el pasado ya paso, que el futuro aun no llego, y que solo existe el Presente que como su nombre lo indica es un REGALO. Estando mas vivos, sin miedos, Aquí y viviendo el momento de Ahora con lo que hay, hacemos que la vida sea mas llena y provechosa. Al ser atentos en cada acción y cumpliendo conscientemente con nuestras intuiciones creamos una vida maravillosa. Y si por ahora no hay salud, amor, dinero o lo que sea, mejor no focalizar en lo que nos falta, sino en lo que si HAY y No Pensar...y todo vuelve...y con mas fuerza aun.

Y la muerte llegara...pero la viviremos y la aprovecharemos como la ultima lección y no asustándonos por ella. "C'est la vie..."

Abrazo grande y paz en ti.

Marcos.

la inkilin@ dijo...

Una madre o padre ese hueco en el corazón..ese vació..que nadie puede llenar..Mi madre casi hace dos años que falleció..y le doy gracias a dios por haberme concedido e privilegio de tener una madre como la mía

Un beso

Anónimo dijo...

José María,

En lo personal, nunca le he temido a la muerte, siempre pensé que es parte del ciclo natural.
Pero si se me ha hecho dificil de aceptar, la muerte en los que amamos, en esto estoy trabajando e intentando de verlo de esta misma forma.

Interesante tema!

Un Abrazo y que tengas una semana de mucha Luz y Amor.

Andrea.

PS: Perdí, mi mensaje anterior...*-*

J. Marcos B. dijo...

PS: yo también perdí mi mensaje anterior...! tuve que reescribirlo, no se.... *_*

TORO SALVAJE dijo...

Yo padecí la de mi madre, también un cáncer.
Ha sido lo más injusto que me ha tocado vivir.
No me asusta mi muerte. Para nada.
Y no espero nada después.
Quizás haya algo o no. Tampoco me preocupa.
Intento vivir el aquí y ahora, aunque la verdad no es para tirar cohetes.

Saludos.

MAR dijo...

La muerte no existe en mi.
Solo somos almas que habitamos cuerpos, nada mas que eso.
Yo siento un gran atracción hacia el cambio llamado “muerte” siempre he sentido que ese cambio energético es liberador…mucho más liberador que existir.
(CUANDO MI PAPA MURIO TAMBIEN DE UN CANCER HORRIBLE AL ESOFAGO...ES DECIR DE DOLOR Y HAMBRE...PUDE ENTENDER QUE EL CIELO Y EL INFIERNO ESTA AQUI)
Besos para ti.
mar

roxana dijo...

Jose maria: Gracias por tus palabras en mi blog
Coincido totalmente contigo y con MYR y EDITOR Y otros
Con respecto a la muerte, es una realidad que llega, lo que no sabemos en cuando. Pero es un tema del cual no escapo. LLegamos sin pedirlo, vivimos sin saber bien como hacerlo y morimos para dejar la sintesis de lo aprendido y seguimos...
Un abrazo
Roxana

josé maría dijo...

Lola, Mía, Ali, Marcos, la inkilin@,Andrea, Toro, Mar y Roxana, gracias por vuestros comentarios.
"Sólo hay un misterio mayor que la muerte: el AMOR."

PAZ Y AMOR para todos...

maite dijo...

Hola!!!
he estado por aqui un ratillo leyendo tus entradas, me quedo en esta para dejarte unas palabras, también perdí a mi padre hace unos años,
también tengo hijos, también divorciada, vamos que me he identificado muchisimo contigo y con esta entrada
un saludo