Carta a unos ángeles:

Ya hace tiempo que quería escribir sobre vosotr@s, que tenéis como oficio cuidar y atender a personas mayores que no pueden valerse por si mismas y que muchas veces quedan aparcadas en lugares como éste donde trabajáis porque los familiares andamos por la vida muy preocupados en seguir trabajando mucho, para ganar mucho, para poder gastar mucho, para luego poder tener mucho de todo y decir "este año he ido ido aquí o allá de vacaciones" o "mira que me he comprado". Aunque sé que siempre no es así, pues hay muchas personas que lo están pasando realmente mal a causa de la actual crisis que estamos padeciendo, crisis no sólo económica sino también de modelo de sociedad, de valores... creo yo.
Voy a citar vuestros nombres y es posible que me olvide de alguno, pero esto tiene fácil solución, me lo hacéis saber y lo añadiré a la carta pues no quiero que nadie quede por nombrar.
Gracias a: Marina, Mª Angeles, Fátima, Júlia, Inma, Encarna, Laura, Marta, David, Llorenç, Josefa, Trini, Luna, Ana, Raquel, Mari Carmen, Pilar, Lola, Rosa, Noemí, padre Braulio, Rocío, otra Ana, Doris, María, Luisa, Paco, Ariadna, Maria Rosa
Os quiero dar las gracias por todo lo que hacéis por esos ancianitos; cuando les cuidáis, les bañáis, les cambiáis los pañales, les dáis de comer o simplemente cuando les cogéis la mano o les dáis ese beso tan esperado del hij@ que no va a verles... Vosotr@s sois ahora sus hij@s, sois unos ángeles enviados por el dios de la vida y quiero que sepáis que esas personas que estáis cuidando, cuando la vida se l@s lleve a su nuevo hogar (ese cielo azul que ahora mismo veo mientras escribo esta carta), serán vuestros ángeles custodios... ELLOS... os protegerán...
Vuestro trabajo es duro... es por eso que os admiro y procuro con una broma, con algún detalle o unas palabras de atención hacia vosotr@s hacer que la jornada se os haga más corta y llevadera. Sé que me queréis y me siento aceptado como uno más de la plantilla, también veo que se me riñe cuando no vengo y eso me hace inmensamente feliz, pues como ya escribí en otra carta este lugar es para mi como un segundo hogar... aquí tengo a mis "padres adoptivos" y a tod@s vosotros, mis compañeros de "piso".
Para despedirme dejo estas palabras de LIN YUTANG,(escritor y filósofo chino):
"Amamos las catedrales antiguas, los muebles antiguos, las pinturas antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo del enorme valor moral y espiritual de los ancianos."
Querido Lin, no todos nos hemos olvidado, yo mismo sin ELLOS... no habría llegado a donde otros dicen que he llegado (que no es tan lejos). Ahora mismo, soy mucho más feliz que hace unos años cuando sólo pensaba en mi: primero YO, después YO y por último YO. Ahora pienso en mi pero también pienso en los demás, sobretodo en esos ancianitos olvidados...

josé maría

PD: esta carta es un homenaje a todas esas personas que hacen esta labor.

6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Mi aplauso para todos ellos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Muy buena tu carta y con muy buenos sentimientos.
Gracias por compartirla.

Un placer leerte.
Saludos.

Patricia dijo...

es lamentable la cultura del olvido, el abandono a los ancianos es muy, muy triste, son ellos seres sabios a quienes deberíamos honrar cada día.
va también mi gratitud a quienes ennoblecen su vida en el cuidado de estos nobles ancianos.
un abrazo.

Constan dijo...

Hola José María, muy buena la carta, como todo lo que escribes.

Un abrazo para ti y para los Ángeles...

josé maría dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
josé maría dijo...

Amig@s, como dice TORO, un fuerte aplauso para ell@s...

Constan, "muchos caminos... un mismo destino" me gusta el encabezamiento de tu blog... Animo amigo, siempre adelante!!
Otro abrazo para ti, fuerte y grande...